
Las Room Escape en Europa nacieron en Budapest, Hungría, cuando Attila Gyurkovics creó un juego en que un grupo de personas tenían que buscar la forma de salir de una habitación en un tiempo limitado.
Se basó en la teoría del Flow que había desarrollado Muhály Csíkszentmihályi, un psicólogo húngaro. Esta teoría está relacionada con el aprendizaje a través de los juegos y la felicidad.
Esta teoría señala que si estas volcado en una actividad para tu propio disfrute, cuando hay un equilibrio entre tus habilidades y los retos que te plantean, entras en un estado mental donde todo fluye. En ese momento, el tiempo vuela y las ideas van surgiendo libremente en tu mente.
De este modo entras en una sala y se cierra la puerta tras de ti. Tienes 60 minutos para descubrir el misterio que te dejará salir. Sólo puedes utilizar tu ingenio y lógica a través de diferentes enigmas, rompecabezas, candados y llaves… Todo ello con un hilo conductor elaborado.
En todo momento los organizadores estarán monitorizando el juego a través de cámaras, con lo cual no estarás solo y dispondrás de nuestra ayuda cuando lo necesites.
La clave para conseguir escapar de estas habitaciones no está relacionada con el nivel de estudios de sus jugadores o con el nivel cultural de los mismos, sino más bien con la lógica, el ingenio de sus participantes y de capacidades como la observación y la deducción.
El éxito también está relacionado con factores como la capacidad de comunicación y el trabajo en equipo. De ahí que muchas empresas estén incorporando este tipo de actividades dentro de sus programas de Team Building y/o procesos de selección de personal para evaluar el nivel de liderazgo de sus directivos, empleados y candidatos.